Bueno, quizás lo más importante, debe mencionarse que la renovación de las células de la piel ralentiza el proceso de envejecimiento.
Durante miles de años, los monjes japoneses utilizaron el té matcha no solo como una bebida para expresar buena suerte y respeto, sino que también se creía que este té verde era curativo.
Al crear cremas, los monjes usaban este té para tratar quemaduras, cicatrices o heridas menores. Con el tiempo, se notó que las cremas suavizaban especialmente la piel de sus manos. Esto llevó a usarlo también en el cuerpo y la cara. Al mezclar diferentes ingredientes, cada mascarilla tenía un efecto diferente. Se han creado innumerables máscaras con diferentes efectos. Las mujeres estaban especialmente interesadas en las máscaras para reafirmar, iluminar y rejuvenecer el rostro. Los hombres eligieron mascarillas limpiadoras y calmantes.
MATCHA + AGUA
2 s. polvo de matcha
2 s. agua
INDICACIONES
Mezcla bien la mascarilla para que no queden grumos. Aplicar sobre la piel seca y limpia. Mantener hasta 15 minutos y lavar con agua tibia.
Se recomienda usar esta mascarilla antes de acostarse para calmar la piel del rostro, eliminar las bacterias y activar las células de la piel.